CLASE
DE SEGUNDO NIVEL DE LIDERAZGO
SERVICIO: LEALTAD Y FIDELIDAD
LEALTAD
DEFINICION: lealtad es el cumplimiento de aquello que exigen las leyes de
la fidelidad y el honor. Según ciertas convenciones, una persona de bien debe ser
leal a los demás, a ciertas instituciones y organizaciones (como la empresa para la cual trabaja)
y a su nación.
La lealtad es una virtud que se desarrolla en la conciencia y que implica cumplir con un compromiso aun frente a circunstancias cambiantes o adversas. Se trata de una obligación que uno tiene para con el prójimo.
La lealtad es una virtud que se desarrolla en la conciencia y que implica cumplir con un compromiso aun frente a circunstancias cambiantes o adversas. Se trata de una obligación que uno tiene para con el prójimo.
La fidelidad es la virtud para dar cumplimiento a una promesa.
La persona fiel es aquella que cumple con sus promesas y
mantiene su lealtad aún con el paso del tiempo
y las distintas circunstancias. La fidelidad supone seguir un proyecto de vida que fue
establecido a partir del acto de la promesa.
Título: La lealtad, una característica del cristiano
Título: La lealtad, una característica del cristiano
Base Escritural: 2 Reyes 2: 1-13
2. Introducción
Nuestra sociedad carece de personas leales.
Personas en quienes se pueda depositar la confianza. Personas que formulen
comentarios constructivos, no críticas destructivas. La sociedad está
reclamando hombres y mujeres así, que tanto en el desenvolvimiento laboral como
eclesial y social en todos los órdenes, constituyan un ejemplo vivo de que el
poder transformador de Jesucristo tocó sus vidas y sigue transformando almas
cada día.
Desarrollo
del tema
La Escritura señala que: “Aconteció que
cuando quiso Dios alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con
Eliseo de Gilgal” (versículo 1).
Es natural pensar que uno de los más caros anhelos
de todo siervo, es estar delante de su Señor. Y en el caso de los cristianos,
ir a la presencia misma del Dios de poder, en quien hemos creído. Otro aspecto
apenas natural es meditar en qué nos espera al término de años y años de
trabajo en la obra. Elías no lo pidió, pero el Padre le tenía dispuesto
llevarlo a sus atrios, en condiciones que el profeta jamás imaginó. Fue un
premio que ni siquiera pasó alguna vez por su mente.
Precisa el pasaje bíblico que: “Y dijo
Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y
Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues,
a Bet-el” (versículo 2).
Una característica que debe rodear al creyente de
hoy, es la lealtad. Lealtad para con Dios, siendo fieles a sus preceptos;
lealtad con nosotros, siendo leales y consecuentes con nuestros valores y
principios; y lealtad con quienes nos rodean: los superiores, nuestros
compañeros de trabajo, vecinos y sobre todo, con nuestra familia. La
deslealtad, además de generar desconfianza, lleva a que nuestras palabras
pierdan credibilidad y enfrentemos el marginamiento social por representar
personas poco confiables.
·
No podemos menos que admirar
a Eliseo. Una actitud de acompañar a su superior y amigo hasta las últimas
consecuencias. Caminar con él en las buenas y en las malas. No como hoy, en
nuestros días, en que tenemos amigos en tanto las cosas marchan bien. Apenas
surgen los problemas, perdemos a los amigos. Las palabras de Eliseo deben
retumbar todavía en nuestros oídos: “Vive Jehová, y vive tu alma, que no te
dejaré”.
·
Los desleales cuestionan y
critican a todos, hasta los que llaman sus mejores amigos. Participar en estas
actitudes, además de afectar nuestro testimonio cristiano, genera heridas en
aquellos que depositaron toda su confianza en que estaríamos a su lado en los
momentos de crisis pero también en los de victoria.
·
En el
pasaje leemos que: “Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que
quieres que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo
Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mi”(versículo
9).
·
·
Leer esta
historia me hizo recordar a cierto líder al que le brindaron cobijo en una
iglesia. Al comienzo, todo eran comentarios halagadores hacia su pastor. No
había conversación en la que no exaltara las dotes del ministro a cargo de la
congregación. Pero cuando se sintió fuerte, comenzó desde su posición de líder,
a hacerle la guerra. Destruyó su imagen, puso en entredicho su moral y llegó
hasta pretender quedarse pastoreando la grey. Este líder recibió el rechazo de
quienes encontraron en él, no solo a un mal cristiano sino a un amigo desleal.
En la amistad el mejor amigo no es quien guarda nuestros errores
para evitar conflictos. Al contrario, es alguien que, debido a su lealtad nos
hace caer en cuenta de los errores. Pero de una manera sabia, no destructiva.
Es manifestar interés genuino por hacernos caer en cuenta de las fallas a
tiempo, antes que sea demasiado tarde.
·
Job (Job 1). Job era un
hombre rico, casado con 10 hijos, 7 varones y 3 mujeres. Amaba y respetaba a
Dios porque todos los días, a su manera, oraba y dedicaba sacrificios
Entonces-dijo:
"Desnudo Sali del vientre de mi madre,
y desnudo he de partir.
El Señor ha dado; el Señor ha quitado.
¡Bendito sea el nombre del Señor!"
(Job 1:21)
"Desnudo Sali del vientre de mi madre,
y desnudo he de partir.
El Señor ha dado; el Señor ha quitado.
¡Bendito sea el nombre del Señor!"
(Job 1:21)
Job fue recompensado por su
lealtad, pero no deseo que en esta ocasión ese sea el mensaje, sino deseo
detenerme en el momento en que a pesar de su tragedia, Job fue leal. Cuando
pronunció sus famosas palabras, Job no sabía lo que iba a ocurrir 40 capítulos
después. No dudo que cueste mucho trabajo bendecir a Dios en medio de los
problemas, pero dada la incapacidad humana para comprender Sus caminos, lo
mejor que se puede hacer es precisamente eso, postrarse y exclamar:
“¡Bendito sea el nombre del Señor!”
“¡Bendito sea el nombre del Señor!”
·
Rut, uno de los libros más amados en toda la
Biblia, sobresale como la historia de una asombrosa mujer no-judía cuyo amor y
lealtad la elevaron a la destacada posición como "madre de la
realeza" en el linaje del Mesías. La tradición judía nos dice que es el
relato de una joven de trasfondo algo desconocido, pero cuya virtud y bondad la
influenciaron a quedarse con su enviudada suegra, a dejar atrás una posible
herencia real y aceptar al Dios de otro pueblo que era enemigo de su propio
pueblo desde tiempos pretéritos.
Es un libro de optimismo y esperanza, además de enajenamiento y amargura. A pesar de sus circunstancias, la bella joven Rut fue modelo de conducta noble y fe transformadora. Al acompañar a Noemí, pasó de ser princesa a ser mendiga gentil y marginada. Pero su viaje la sacó de Moab y la llevó a Judea, y allí encontró su redención.
Es un libro de optimismo y esperanza, además de enajenamiento y amargura. A pesar de sus circunstancias, la bella joven Rut fue modelo de conducta noble y fe transformadora. Al acompañar a Noemí, pasó de ser princesa a ser mendiga gentil y marginada. Pero su viaje la sacó de Moab y la llevó a Judea, y allí encontró su redención.
·
"Adonde tú vayas, yo
iré."
Hoy día, la inconmovible fidelidad de Rut hacia Noemí y el Dios de Israel simboliza para muchos el creciente amor y compromiso que tienen muchos cristianos
Hoy día, la inconmovible fidelidad de Rut hacia Noemí y el Dios de Israel simboliza para muchos el creciente amor y compromiso que tienen muchos cristianos
CONCLUSION
Nuestro pacto de amor y
fidelidad expresado en amistad incondicional, forjado en sinceridad y respeto
mutuo, debe ser lo que caracteriza nuestro camino juntos, así como caracterizó
la relación de Rut y Noemí. Elias y eliseo Job con nuestro Dios.
Siendo ese nuestro fundamento, podemos decir con honestidad: "No insistas en que te deje o que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, yo iré, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios" (Rut 1:16).
En esta sociedad tan
egoísta debemos pedir a Dios ser la diferencia ser fieles leales es una virtud,
nuestro Dios es fiel es parte de su carSiendo ese nuestro fundamento, podemos decir con honestidad: "No insistas en que te deje o que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, yo iré, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios" (Rut 1:16).
No hay comentarios:
Publicar un comentario